Cristina Maradita Acosta Soto

Entrevista por Kaylee Duval

Eres la cofundadora de la organización VotoVoz, una organización que se enfoque mucho en educar, animar y empoderar a la juventud de Latinoamérica para aumentar participación y conciencia cívica. ¿Habían algunos momentos específicos que te inspiraron a empezar esta organización y animar a los jóvenes a participar en la política? 

Sí claro y bueno, la verdad es que sobre todo en VotoVoz enfocamos mucho en la participación ciudadana y te voy a contar por qué nació. Nació el año pasado, toda la idea, y fue porque en México se celebraron elecciones intermedias en el país en las que se eligieron miles de cargos públicos. Y a mí me sorprendía que, primero, yo no tenía ni idea de quién era hoy mi presidente municipal. No conocía a nadie. A los dieciocho años me dije “Ya voy a votar..¿por quién voy a votar?” La gente no sabía por quién estaban votando. No tenía idea de nada. 

Lo que me llamó mucho la atención es que todos los temas de cambio climático, todo lo que se está pasando a su alrededor, que a veces no nos damos cuenta. Y eso es parte de la participación ciudadana cuidar nuestro municipio, nuestro estado, nuestro país, nuestro planeta e involucrarnos en lo que está pasando ya fuera en las decisiones que se están tomando en algo que nos afecta directamente como ciudadanos del mundo. 

Más o menos a partir de ahí nació la idea, a principios de este año se consolidó, y ya afortunadamente hemos tenido siete meses exitosos de la organización.

¿Ha influido tu comunidad en el establecimiento de esta organización?

Sí, en definitiva. Aquí, particularmente en nuestra ciudad, somos un millón de personas en lo que es el municipio de Toluca. Ahí me llamaba la atención que allá fuera la gente siempre dice estar involucrada en la política y en lo que pasa a su alrededor, pero la gente ni siquiera consume local. La gente prefiere un establecimiento americano que comprar unas guarditas y unos tacos en la calle ahí que se está partiendo el lomo por darle algo por comer a sus familia. Fue todo esto que veía a todo mi alrededor, en el mercado el siguiente fin de semana para comprar verduras y así sabes. Y ahí vi que la gente compraba en el super cuando hay cosas tan ricas, tan saludables, que apoyan el consumo local y disminuyen la explotación de la tierra aquí a la vuelta de la esquina. Y sí hay muchísimo de esto en la participación ciudadana y en decir es momento de que todos empecemos a crecer juntos. Siempre estamos competitivos, esforzando para hacer negocios en mejor, cuando el punto es apoyarnos y crecernos como comunidad, como ciudad, como sociedad. No de manera individual. Eso fue algo que influyó en mí.  

Has dado discursos que trata de la importancia de la educación de la mujer. ¿Cómo fue esta experiencia? ¿Piensas que hacer más discursos puede crear un mayor impacto?

Considero que la gente que asistió a la conferencia, creo que es el primer paso para sembrar una semillita de cambio. Tal vez no cambies la idea de lo que las otras personas piensen o vayan a hacer, pero mínimo haces que se cuestionen lo que está haciendo o de qué se necesita hacer. Afortunadamente tuve la oportunidad de estar en el Leadership Summit este año en una sesión de GirlUp por la educación de las mujeres y los retos que se enfrentan. Evidentemente me situé en Latinoamérica en la conferencia, se basó mucho en lo que se vive en latinoamérica, las mujeres, la pobreza menstrual, no tener acceso a servicios de salud, etcétera. Quiero utilizar todas las cosas que me arman la educación para ayudar, para que permitan una chava decir “voy a ir en la escuela porque los veinte kilómetros que me toque caminar y pasar de todo, violencia de género, acosos, todo tipo de cosas que impiden con la mujer puedan tener algo tan sencillo como una clase de preescolar, en primaria, secundaria.” 

Fue este proceso de reflexión, de qué se necesita impulsar en las agendas en la transformación pública, qué es lo que hace falta en las organizaciones por impulsar en los gobiernos por impulsar. Esta fue mi experiencia. Sí creo que es parte por lo que estoy estudiando transformación pública para ver qué es lo que se necesita hacer y cómo se va a hacer, ¿no? Porque siempre no sabes que no hay recursos, no hay etcétera, siento que no hay recursos. Hay tantas acciones que se pueden hacer nada más por su cuenta con una idea y por lo que decías también. Prestaron mucha hincapié en que tengo mucho la oportunidad hablar es las mujeres que me inspiran. Mujeres de todo tipo. Activistas locales, gente que sí estamos a cualquier cosa porque creo que cuando hablamos de las mujeres que nos inspiran, hablamos de cómo se pueden lograr estas cosas. Es un ejemplo a seguir, no se queda en “ah, lo hizo, qué bueno por ellas.” ¿Qué podría hacer yo similar en mi comunidad, en mi país, en mi escuela? No vamos más lejos. 

También eres la vicepresidente de Ámbar. Con esta organización, haces mucho para empoderar a la mujer a través de las redes sociales y eventos, entre otros esfuerzos. A través del empoderamiento, ¿crees que has impactado a las mujeres y que las redes sociales han desempeñado un rol significativo en este proceso?

En definitiva creo que las redes sociales han venido a revolucionar la manera en que funcione el activismo. La línea presencial, unos ejemplos es cuando me comentabas, como en clases de Zoom y todo esto. Yo creo que todas estas cosas digitales si vienes una limitante para las personas que tal vez no tienen muchos recursos que le puso internet, pues todo tecnológico, sigue siendo un beneficio impactar a gente de todos lados, aislandose limita a 20 kilómetros de alrededor. Puedes impactar a la ciudad de al lado. Puedes hacer muchas de estas cosas. La verdad es que sí, en particular en Ámbar, nos enfocamos en el empoderamiento y la autoestima de la mujer como un primer paso antes de cambiar todo tu entorno cambiar entre ti si está bien contigo misma, si sentirte segura de lo que estás haciendo. Tienes que sentirte feliz con lo que estás haciendo, ¿no? Estar en la mitad de la violencia no es lo que va a hacer feliz. 

Cómo salir de ahí, cómo hacerlo es lo que tratamos en Ámbar, y las redes sociales han sido nuestro mejor aliado desde el año pasado que empezamos esta organización. 

Aquí en Toluca también ahorita ya nos expandimos en la ciudad de México y en el estado de Voleón aquí en México, sí hemos tenido muchísimo progreso. Me gustaría decir “sí hemos impactado en veinte mujeres”, pero creo que no sabría cómo decirte si hemos impactado a una sola persona. Luego creo que como te ha comentado que cada evento, cada conferencia, cada taller que hacemos es algo que sí está impactando. Ahorita de hecho estamos desarrollando un manual en responsabilidad social, un manual de empoderamiento, de acceso universal. Lo vamos a repartir cuando nos hace evidentemente, y quiero tener una chava de trece años que tiene acceso a este manual y dice “oye, creo que lo que hace mi novio no está bien. Creo que no debería dejar que mis papás no me permitan estudiar.” Creo que esto es el cambio que yo espero lograr a lo largo de todo. Creo que en los últimos meses otros apoyos que hemos hecho sobre niñas pequeñas, espero que hayamos cultivado esta semillita de decir “Yo quiero algo más. Yo quiero estudiar, yo quiero trabajar, yo quiero etcétera.”

Como mujeres, muchas de ellas de latinoamérica sufren de actos de violencia contra la mujer, variando entre entre humillación, culpa, y sexismo hasta agresión, violación, y feminicidios. Por lo general, es un tema muy urgente. ¿Cómo crees que podemos afrontar esta situación, y cuáles serían los pasos principales para hacerlo?

Aquí primero que nada evidentemente cosas como los feminicidios, la violación, de así, de acoso sexual, todo eso, pues de aliva obviamente de una educación machista está fomentado en todos lados–en tu casa, en la escuela. Creo que lo primero hay que empezar de allí. Sé que a veces decimos que en la casa porque es donde te enseñan los modales y estoy completamente de acuerdo, pero creo que la educación pública juega un papel importantísimo porque, no sé si en tú país, pero por lo que he visto aquí en México, jamás en mis dieciocho años escolares de escolaridad de textos públicos, cualquier cosa, jamás hablamos de derechos de la mujer, jamás hablamos de acoso sexual, de nada de eso. 

¿Por qué no se hablan, no? Sabemos que es un tema tabú pero si no lo hablamos, no lo podemos atender. Creo que eso es un problema, que no estamos hablando de lo que se tiene que hablar. ¿Cuánto tiempo tarda para que esto pase cuando aquí en México apenas hace un par de semanas se pasa una ley de menstruación digna cuando debería ser un derecho universal para todas las mujeres?

Entonces creo que el problema es que no estamos hablando de ello, y si las mujeres de familia, por ejemplo una mamá o una abuelita que suele educar los hijos, tal vez no tienen la preparación para afrontar ciertos temas porque no se les dieron este tipo de educación. Es un poco difícil cambiar a la generación tal vez de arriba, pero la que está ahorita, la que está en primaria: ¿Por qué los libros están sesgados? ¿Por qué no hay heroínas en los libros de historia? ¿Por qué no estamos hablando de lo que hace la mujer y de lo que le están haciendo a ella? ¿De cómo levantar una denuncia en caso de violación, por qué no los enseñan en la escuela?  Creo que es algo muy importante porque es algo que se vive aquí en México al menos hay 11 feminicidios declarados cada día. Entonces, ¿Por qué no hablamos de cómo levantar una denuncia por feminicidio, por acoso, por violencia hacia la mujer? Creo que lo que falta es hablar de eso para poder resolverlo. 

Participas en Model UN; ¿Crees que la creación de plataformas para que los jóvenes se comprometan cívicamente y para que discutan y resuelvan temas a nivel local, nacional, y global es importante? ¿Por qué? 

Sí claro. La verdad es que yo soy fan de los modelos de las naciones unidas. Creo que otorgan esta posibilidad de entender problemas complejos que requieren soluciones complejas. A veces no nos damos cuenta, a veces también es mucho más sencillo criticar y decir “¿Por qué mi parque está en mal estado? ¿Por qué sigue siendo mal el transporte público como mujer? ¿Por qué me tienen que hacer algo a fuerzas?” Entonces creo que es entender estos problemas que a veces nos parecen sencillos, que no lo son, que requieren de esfuerzo, planeación para cambiarlos, y sí creo que involucrarse en estos modelos permite que tomas de cerca para ver lo que está pasando en tu país, te permite entender que es un problema que no sólo sucede en tu país, que sucede en todo el mundo. 

Y a veces se dice “Voy a huir de latinoamérica porque eso ya no está pasando afuera.” Pero no, sí pasan estos eventos e injusticias. Y también hay que entenderlo desde la perspectiva de afuera. Sí pasen dormidas definitivamente, pero eso no cambia que hay que entender las realidades fuera de su comunidad y hay que hacer algo para cambiarlas. 

Sí es un esfuerzo global, pero creo que las fronteras son algo que nos limita, algo que nos frena. ¿Por qué no podemos adoptar lo mismo que hizo otro país que le funcionó? ¿Por qué no pueden ellos intervenir aquí si es algo que nos va a beneficiar, no? Entender que la cooperación, trabajar en equipo y en comunidad, es lo que saca adelante a una sociedad

Si una persona continúa viviendo individualista, desentendiendose de los problemas que están a tu alrededor, ignorando que tu vecino tiene un problema y a ti no te importa, tiene que comprender que no estás ayudando. Al contrario, estás haciendo un daño en vez de apoyar a la gente a tu alrededor. 

¿Cómo crees que esto se puede convertir en una ventaja para la juventud en realizar cambios necesarios dentro del mundo? 

Creo que los jóvenes somos impresionables. Escuchamos algo y te impactan definitivamente, si es una buena noticia o una mala noticia. Creo que los jóvenes, lo que necesitan es toparse con la realidad. O sea no estoy diciendo que no vivan la realidad o que no vivan en las leyes, etc, pero creo que a veces la gente que tiene la posibilidad de hacer un cambio no se topa con la realidad asume que las cosas no son tan malas que están, se cree que tienes que vivir tu vida y defenderte de todos los demás a tu alrededor que todo está bien cuando no lo está. Creo que la juventud lo que se necesite es quitarse la venda de los ojos, ya entender que si en las generaciones de arriba si quieres jodieron un poquito las cosas para nosotros, cambio climático, todo. Pero está con nosotros para hacer el cambio. 

Un joven puede hacer lo que sea, ya no hay edad, ya no hay raza, ya no hay género que sea una restricción, que no debería ser una restricción, para hacer un cambio. Creo que los jóvenes son los que también tienen esta idea, irreal si quieres, pero no lo topamos con la realidad, porque nuestros papás nos protegen, que la ley o la vida protege, etc. y hacen que pensemos que las cosas no están tan mal. Por eso mismo, creo que siempre trajimos esta motivación de querer hacer las cosas, que no somos tan desilusionados de la vida y la realidad y decimos no sí podemos hacer algo al respeto y creo que eso es importante, que los jóvenes empiezan a decir “Sabes que sí yo puedo hacer algo para cambiar mi cuadra. Mi cuadra. Puedo barrer, puedo conocer a mis vecinos, podemos ponernos de acuerdo de qué necesitas tú, qué necesitas aquello.” 

Somos los jóvenes, los que podemos hacer este cambio en dónde sea y empezar por nuestras comunidades en definitiva. 

¿Cómo han influido tu comunidad y tu entorno en el desarrollo de tus pasiones de hacer una diferencia y participar en estas organizaciones?

Afortunadamente vivo en Toluca y te lo voy a compartir que acá es uno de los lugares más peligrosos para ser una mujer en México. No puede salir a nada sin el riesgo de que de verdad algo que pasa sin importar la zona en la que estés. De entrada de eso es qué me impulsó a decir este: no se puede seguir así.  No puedo quedarme sentada y ver que una mujer que sale de la calle por el pan no vuelva a su casa. Entonces eso sí impactó muchísimo en mí. 

Otra parte es que la migración, los inmigrantes, todo de este tema, es una de mis temas favoritos que más me apasionan en el universo. De verdad creo que es más irreal el término de migrante, es que no entiendo por qué lo catalogamos, por qué lo quitamos a ellos por no haber nacido en tu país. Aquí en Toluca, esta es una ciudad de paso para los inmigrantes en México porque hay un tren muy famoso, que se llama la bestia, que cruza desde la punta de México de colonia Centroamérica hasta casi el norte del país. Pasa por Toluca aquí por el centro de la ciudad. Tener tantas personas en las calles impactó en mí, influyó en mí y me hizo pensar “¿Cómo es posible que otra persona de este mundo no pueda tener acceso ni siquiera al servicio de salud pública?” Eso también impactó muchísimo en mí, y la parte de transformación pública. Voy a compartir que mi mamá está estudiando derecho de hecho.

Se puede ver todo esto, mi abuelita trabaja en el gobierno muchos años, mi familia siempre estuvo muy involucrada.

Yo los veía y, pues no por echarles tierra, siempre decía “¿Por qué no están haciendo algo más? Tienes la oportunidad–¿por qué no estás tratando de impulsar algo mejor para tí, para la gente que tal vez puedes impactar?” Uds. también llegó y me dijeron: ¿Por qué la gente con el poder para hacerlo no lo hace? ¿Cómo es posible que no estén impulsando iniciativas, estas cosas? 

Entonces toda esta parte a mi alrededor, en mi familia, en lo que vivo aquí en las calles es lo que me hizo transformar esta pasión por el activismo en realidad. 

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